lunes, 8 de julio de 2013

Seres humanos, seres sexuales

Muchos dirán que no es así, muchos me lo han dicho a lo largo de años, principalmente personas religiosas, pero a pesar de las opiniones en contra la naturaleza sexual de los seres humanos es innegable, negar este aspecto de nuestra naturaleza es negar que somos humanos.
Nuestra actitud, nuestras decisiones, nuestras acciones, siempre son influenciadas por un gran número de factores, nuestro estado de ánimo, nuestra situación económica, nuestros intereses particulares, pero algo de lo que pocos se dan cuenta (o no quieren darse cuenta) es que un factor muy importante es la sexualidad.

Puede afectar desde nuestra forma de caminar por la calle en momentos determinados, hasta hacernos decidir faltar a un compromiso de mucha importancia. Es un impulso muy poderoso, aunque pase desapercibido para nosotros mismos, siempre está allí, al fin y al cabo en el resto de las especies sexuales encontrar una pareja es una parte vital del ciclo de su vida, no es raro por tanto, que en los humanos esté presente en cada aspecto de su cotidianidad.

En primer lugar podemos ver que nuestra identidad sexual nos lleva muchas veces a actuar de la manera en que la sociedad espera que actuemos, de acuerdo a preceptos definidos hace mucho por quien sabe quién y han dirigido el actuar de hombre y mujeres de forma diferenciada por miles de años. Esto ha cambiado mucho en los últimos años, ahora hay menos apego a los viejos estándares en como debía ser y comportarse un hombre o una mujer.

Por otra parte inconscientemente nuestro impulso sexual nos lleva a actuar de determinadas maneras, hoy mas que antes, principalmente desde la revolución sexual, desde la cual la sexualidad y todo lo que implicaba dejaba de ser tabú, dejaba de avergonzar a la gente, a partir de entonces la gente no tenía necesidad de ocultar estos aspectos de su naturaleza, la gente se volvió mas desinhibida, y por tanto su comportamiento era cada vez más marcado por su sexualidad.

Para terminar, solamente basta con salir a la calle para darse cuenta que somos seres ineludiblemente arraigados a nuestra sexualidad, con toda la publicidad que explota esta faceta humana, tanto en hombres como en mujeres (creo que mas en los hombres), observar el cambio de comportamiento de un hombre hacia otro, completamente diferente con una mujer, o tal vez sólo haga falta sentarnos a analizar las estupideces que nosotros mismos hacemos en el afán de conseguir una pareja.

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